Ginebra, (sep. 2/16). En el marco de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, Colombia destacó las lecciones aprendidas de los proyectos pilotos de desminado humanitario realizados en las veredas El Orejón, en Antioquia, y Santa Helena, en el Meta, en los que trabajaron de manera conjunta Fuerzas Militares, organizaciones civiles y miembros de la guerrilla de las FARC. Lo anterior fue expresado por la Embajadora Beatriz Londoño, durante la reunión del Protocolo II enmendado sobre la Prohibición o Restricción del Empleo de Minas, Armas Trampa y Otros Artefactos, instrumento del que nuestro país asumió la Vicepresidencia.

Así mismo, nuestro país informó que, con el fin de cumplir con los compromisos adquiridos por el Gobierno de Colombia, se ha identificado con mayor claridad el territorio contaminado por minas antipersonal, municiones sin explotar y artefactos explosivos improvisados. En ese sentido, se han seleccionado 199 municipios de alta afectación, 201 de media afectación y 183 de baja afectación. Estos últimos, que podrán ser declarados finalmente, como libres de sospecha de minas, a partir de la realización de Estudios No Técnicos.

Además de la Embajadora Londoño, la delegación de Colombia estuvo conformada por el Jefe de la Sección de Desminado Humanitario del Comando General de las Fuerzas Militares, Teniente Coronel Wilson Baquero.

En la semana de realización de esta Conferencia nuestro país también asistió a la reunión del Comité Preparatorio de la Conferencia de Examen de la Convención a realizarse en diciembre y a la Conferencia de Estados Parte del Protocolo V sobre Restos Explosivos de Guerra, en esta última, en calidad de Estado observador.